Paseando un día más por El Call o barrio judío de Barcelona, descubrimos esta tetería. Ya el nombre llamó nuestra atención, dos palabras, una Checa y otra India, que tienen el mismo significado "Té" y que su pronunciación es la misma o casi la misma. Sin poder resitir la tentación entramos, fue un autentico acierto, una sensación de tranquilidad e intimidad invade desde el primer momento a través de la decoración, la luz y la música.
Una vez allí la carta no decepciona y cuando no se es una experta en té,
como en mi caso, se necesita un poco de tiempo.
Sin duda alguna, un lugar para volver solo o sorprender y compartir con los amigos.